Caca.

baumgardner

Hola. Soy caca. Una caca. Depende. No estoy segura. ¿Es una caca cada uno de los pedazos que componen una deposición? ¿O es una caca el conjunto de esos pedazos? Supongo que la agrupación nos define. Ojalá pudiese buscarlo en Wikipedia. Pero soy caca. No tengo internet. Tampoco dedos.

Mi creador disfruta comiendo pipas, pero nunca aprendió a pelarlas. Consume pipas a diario, como si le fuese la vida en ello, y a pesar de las advertencias vertidas hacia él, hace caso omiso, y consume pipas a mansalva, sin pelar, a pelo. Eso me confiere a mi, caca, un poder descomunal.

He visto, desde que los primeros deshechos se adhirieron entre si, como múltiples esquinas sin digerir brotaban de mi figura, como cuchillas, como garras, como si fuera un puercoespín. Ojalá supiera cómo es un puercoespín. Pero no puedo buscarlo en Wikipedia. He escuchado a sus amigos decir que esto puede causarle un desgarro en el intestino, pero debo decir que aquí estamos bastante a gusto. No hace frío, ni tampoco calor. Avanzo, avanzamos, sin prisa pero sin pausa, esperando el día en que veremos la luz. Dicen que es como el mejor de los toboganes, como un parque acuático, en el que no hay que subir cuestas. Lo espero con ganas. Lo esperamos con ganas.

[…]

No debe faltar demasiado. Esta mañana (supongo que es por la mañana por la calma que ha precedido a la tormenta, las cacas, la caca, no tenemos, no tengo, reloj) he sentido como era fuertemente oprimida, como si mi lugar debiese quedar libre por alguna razón. Ha sido extraño, pues he sido despedazada, hemos sido despedazadas, aún más. Pero no ha sido desagradable. Extraño, como ya he dicho. Hemos dicho. Y de repente, he sentido esas zarpas, esas armas en forma de cáscara de pipa, colocarse en posición. No tengo poder sobre ellas, pero parecen saber exactamente como actuar. He escuchado gemidos de dolor, y hemos sido aún más presionadas. Casi podía escuchar el grotesco roce sobre las paredes del ano. Ha sido rápido. Al menos para mi, para nosotras. Algo nos hace intuir que no tanto para quien se deshacía de nosotras. De mi.

El resto, es historia. Somos caca. Soy caca. Pelillos a la mar.

Esta entrada fue publicada en Uncategorized. Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario